Las lindas historias no merecen ser arruinadas, sin embargo haremos una excepción y les adelantaremos que el ciclo que les vamos a contar tiene un final feliz.
Los comienzos
Allá por principios de marzo, a comienzos de la temporada 8, Nicolasius asumió como seleccionador nacional de Uruguay sub21. Tenía la difícil tarea de continuar una gran gestión que había depositado a Uruguay por primera vez en un mundial tras muchos intentos fallidos.
Se conformó un grupo que trabajó con Nicolasisus durante todo el período. Algunos aparecieron más, otros menos, algunos se encargaron de pensar tácticas, otros de buscar jugadores; así, poco a poco, con una división del trabajo, se fue acomodando el equipo. Al principio las reuniones fueron en el popular MSN, luego se formó un grupo de correo que se convirtió en el principal espacio de debate y comunicación del grupo.
Scouting inicial
La primer tarea que abordamos fue la de buscar jugadores. Seguramente esta haya sido la parte más engorrosa por lejos de todo el proceso. Se dividieron entre los miembros del equipo todos los países y cada uno de nosotros empezó a revisar club por club buscando jugadores uruguayos, a falta de mejor indicador se trataba de ver aquellos que tuviesen salarios altos. Luego de generada una inmensa base de datos se comenzó a hablar con los managers de estos jugadores para saber sus habilidades y sus planes de entrenamiento. Así, cada miembro del staff hizo gala de sus conocimientos en lenguas extranjeras para comunicarse con managers de Brasil, Estonia o Francia. Luego de tener abundante información se comenzó a pensar, posición por posición, que jugadores debían ser citados. Las selecciones sub21 tienen una peculiaridad: cambian mucho. En una temporada un jugador con buen potencial puede ser la nueva superestrella del equipo, así que mientras se pensaba en el entrenamiento y la forma de los citados se debía prestar atención a las futuras promesas, algunos jóvenes de 18 años que podían ser genios, o jugadores de 20 años que en cualquier momento podían pedir su lugar. Así se fue hablando con muchos managers, pensando en que habilidades convenía desarrollar para formar jugadores que sirviesen a la selección.
Una vez armadas estas dos listas, la de jugadores actuales y la de futuras estrellas, se comenzó a pensar en el objetivo: llegar al mundial.
Eliminatorias
Primera fase
La primera fase, afortunadamente, se presentó bastante accesible. Al no arrastrarse el puntaje a la segunda ronda daba lo mismo clasificar primero que tercero, así que la decisión fue encarar todos los partidos con motivación relajado (pic) de manera de acumular espíritu para la segunda ronda donde solo quedarían los mejores equipos. Esa primera ronda se desarrolló tal como se esperaba, se obtuvieron claras victorias ante selecciones menores como Costa Rica y Puerto Rico, luego se ganaron bien los partidos contra México y Canadá, que históricamente están a nuestro nivel, y llegamos a definir el primer lugar del grupo con Estados Unidos, la gran potencia de América, con quien perdimos a pesar de haber hecho un digno partido.
Segunda fase
La segunda ronda ya presentaba otras complicaciones. Para empezar se jugaba el boleto al mundial. Solamente los dos primeros tendrían sus pasaje asegurado y para ello debíamos lograr disputar la final de la eliminatoria. Lo primero fue pensar en el grupo, debíamos estar entre los dos primeros para poder avanzar a las semifinales. La selección de los grupos fue un arma de doble filo ya que nos toco el grupo que a priori se presentaba como más accesible, sin embargo sabíamos que terminar segundos implicaba cruzarse en semifinales con Estados Unidos, que suponíamos ganaría la otra fase, y por tanto el boleto al mundial quedaba casi descartado.