En busca de la felicidad
Los nervios estaban de punta y los sentimientos a flor de piel, ya en el pasado había quedado el partido en el Griffyndor Arena, el júbilo por la victoria en nuestra casa hacia parte de la historia, pero las esperanzas seguían intactas, en sus manos estaba poder traer a casa el título de primera división, ese trofeo tan anhelado que había sido tan esquivo en temporadas anteriores. Finalizada la despedida los chicos ya estaban en sus Saetas de Fuego rumbo al estadio El Pascual, maniobrando como los mismísimos herederos de Harry Potter llegaron a estadio en un parpadeo. Un estadio a reventar los esperaba, a duras penas quedan unos cuantos asientos vacíos, gracias al paro del sindicato de Avianca. Se da inicio al partido y todo es nerviosismo, saben lo que se están juagando y la presión hace mella en los jugadores. Un primer cuarto apretado en el cual Cali saca apenas diferencia; la audacia del entrenador hace que sepan cual era la táctica del rival y ya con eso tienen una diferencia técnica. El partido sigue su curso y esta vez los magos del balón se llevan una buena diferencia para el descanso, la felicidad y la ansiedad del momento hacen que entren desconcentrados al tercer cuarto y pierdan gran parte de la poca diferencia que llevaban; una charla llena de motivación y sentimiento hace que entren a dejarlo todo en ese último cuarto, las ganas estaban pero el cuerpo decía ya no más, aun así los jugadores sacaron la garra y faltando un minuto para terminar el encuentro, el juego se decantó para los visitantes, el júbilo y orgullo llenaba el cuerpo de nuestros jugadores y los demás magos que asistieron a este épico duelo, los locales enmudecieron y en las tribunas retumbaba este cantico propia de la afición “El caldero hierve ya, las entrañas mezclarás, con escama de dragón, y veneno de escorpión... "Cobra cobra, llanto espanto; fuego ven, con humo y llanto, cobra cobra, llanto espanto, fuego ven con humo y llanto, cobra cobra llanto espanto, fuego ven con humo y llanto... Huelo el duelo y la maldad.”. De esta forma se puso fin a la sequía de títulos, la fiesta en el castillo fue hasta el amanecer, los jugadores fueron recibidos como héroes y en nuestras vitrinas ya reposaba ese tan anhelado título de Primera División…Somos CAMPEONES.