Había esperado la revancha contando las jornadas, una a una.
Cuando un Stella-Devils resalta en el calendario, un aire de final pulula en el pabellón. Si bien ésta BBBest ya no está para descontar partidos, pues cada fecha se juega como un emparejamiento de muerte súbita, existen duelos que cobran un matiz peculiar dada la historia que los precede.
Las circunstancias de ésta temporada no han escapado de la tradición de ésta clase de contiendas. Únicamente en la temporada ocho tuve la satisfacción de alzarme con significativos triunfos en ambos duelos ante tu escuadra. Si revisamos escrupulosamente el desarrollo de éste clásico de BBBest, advertiremos que en compromisos oficiales por liga siempre compartimos una victoria por bando.
La temporada cinco, seis, siete y nueve, agregando la presente. En el pabellón Inka mis pupilos no encontraron la iluminación, en tanto los Devils jamás han catado la gloria en mi territorio.
Desde luego éstas cifras provienen de emparejamientos en la BBBest, pues también avistamos un duelo por Copa y dos en PlayOff.
El final de ésta jornada, tras cuarenta y ocho minutos disputados ante un gran compañero de Conferencia, un mánager talentoso y visionario, y una estupenda persona, no hace más que azuzar la emoción de los enfrentamientos por venir en la temporada siguiente.
Si el azar nos concede un granito de su inspiración y nuestras escuadras hacen lo propio, quizá repitamos éste duelo en unas semanas, con el anhelo de un semifinal o final de PlayOff.